Pasión del Señor
CELEBRACIÓN DE LA PASION DEL SEÑOR
LITURGIA DE LA PALABRA
El “Siervo” despreciado, del que habla Isaías, representa a un hombre perseguido y a toda la humanidad que sufre, y nos revela el sentido redentor de la pasión de Cristo, muerto y resucitado. Escuchemos:
1ra Lectura del libro de Isaías.
Sí, mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su apariencia no era más la de un ser humano, así también él asombrará a muchas naciones, y ante él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán algo que nunca habían oído. ¿Quién creyó lo que nosotros hemos oído y a quién se le reveló el brazo del Señor? Él creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos errantes como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, y el Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros. Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca. Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo. Se le dio un sepulcro con los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido violencia ni había engaño en su boca.
El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Si ofrece su vida en sacrificio de reparación, verá su descendencia, prolongará sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de él. A causa de tantas fatigas, él verá la luz y, al saberlo, quedará saciado. Mi Servidor justo justificará a muchos y cargará sobre sí las faltas de ellos. Por eso le daré una parte entre los grandes y él repartirá el botín junto con los poderosos. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los culpables, siendo así que llevaba el pecado de muchos e intercedía en favor de los culpables.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
A las palabras de Isaías, respondemos entonando la antífona del salmo:
(Coro): “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca me vea defraudado!
Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel.
R. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Soy la burla de todos mis enemigos y la irrisión de mis propios vecinos; para mis amigos soy motivo de espanto, los que me ven por la calle huyen de mí.
Como un muerto, he caído en el olvido,
me he convertido en una cosa inútil.
R. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Pero yo confío en ti, Señor, y te digo:
«Tú eres mi Dios, mi destino está en tus manos».
Líbrame del poder de mis enemigos y de aquéllos que me persiguen.
R. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia.
Sean fuertes y valerosos, todos los que esperan en el Señor.
R. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Siervo doliente que entregó su espíritu en las manos de su Padre, Jesús es también el Sumo Sacerdote por quien nuestras súplicas y clamores llegan al corazón de Dios. Es lo que San Pablo nos explica en su carta.
2da lectura
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Ya que tenemos en Jesús, el Hijo de Dios, un Sumo Sacerdote insigne que penetró en el cielo, permanezcamos firmes en la confesión de nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, Él fue sometido a las mismas pruebas que nosotros, a excepción del pecado. Vayamos, entonces, confiadamente al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y alcanzar la gracia de un auxilio oportuno. Cristo dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a Aquél que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. De este modo, Él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Palabra de Dios.
Aclamación al Evangelio
Escucharemos la proclamación solemne de la Pasión del Señor. Nuestra respuesta al amor manifestado por Jesús debe ser el agradecimiento y el compromiso. Si acompañamos a Cristo en el camino de la Pasión, lo acompañaremos en su Pascua. Nos ponemos de pie, algunos momentos (y los que lo necesiten, luego, pueden permanecer sentados). En el momento en que se narre la muerte del Señor, haremos una pausa y puestos de rodillas, los que puedan, contemplaremos a Jesús crucificado.
Coro: ¡Te alabamos, Cristo, ¡Rey de eterna gloria!
Cristo se humilló por nosotros hasta aceptar por obediencia la muerte, y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre.
Coro: ¡Te alabamos, Cristo, ¡Rey de eterna gloria!
Aclamación al Evangelio:
//:Alabanza a ti, oh Cristo, Rey de eterna Gloria://
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
C. Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón. Había en ese lugar un huerto y allí entró con ellos. Judas, el traidor, también conocía el lugar, porque Jesús y sus discípulos se reunían allí con frecuencia. Entonces Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designados por los sumos sacerdotes y de los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se adelantó y les preguntó:
+. "¿A quién buscan?"
C. Le respondieron:
S. "A Jesús, el Nazareno."
C. Él les dijo:
+."Soy yo".
C. Judas, el que lo entregaba, estaba con ellos. Cuando Jesús les dijo: “soy yo”, ellos retrocedieron y cayeron en tierra. Les preguntó nuevamente:
+. "¿A quién buscan?"
C. Le dijeron:
S. "A Jesús, el Nazareno."
C. Jesús repitió:
+. “Ya les dije que soy yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que éstos se vayan.
C. Y así debía cumplirse la palabra que él había dicho: "No he perdido a ninguno de los que me confiaste".
C. Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. El servidor se llamaba Malco. Jesús dijo a Simón Pedro:
+. "Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?"
C. El destacamento de solados, con el tribuno y los guardias judíos, se apoderaron de Jesús y lo ataron. Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás era el que había aconsejado a los judíos: "Es preferible que un solo hombre muera por el pueblo."
Entretanto, Simón Pedro, acompañado de otro discípulo, seguía a Jesús. Este discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, entró con Jesús en el patio del pontífice, mientras Pedro permanecía afuera, en la puerta. El otro discípulo, el que era conocido del sumo sacerdote, salió, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a Pedro:
S. "¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?"
C. Él le respondió:
S. "No lo soy".
C. Los servidores y los guardias se calentaban junto al fuego, que habían encendido porque hacía frío. Pedro también estaba con ellos, junto al fuego. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza. Jesús le respondió:
+. "He hablado abiertamente al mundo: siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en secreto. ¿Por qué me interrogas a mí? Pregunta a los que me han oído qué les enseñé. Ellos saben bien lo que he dicho. "
C. Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presente le dio una bofetada, diciéndole:
S. "¿Así respondes al sumo sacerdote?"
C. Jesús le respondió:
+ . "Si he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?"
C. Entonces Anás lo envió atado ante el sumo sacerdote, Caifás.
C. Simón Pedro permanecía junto al fuego. Los que estaba con él le dijeron:
S. "¿No eres tú también uno de sus discípulos?"
C. Él lo negó, y dijo:
S. "No lo soy".
C. Uno de los servidores del sumo sacerdote, pariente de aquél al que Pedro le había cortado la oreja, insistió:
S. "¿Acaso no te vi con él en la huerta?"
C. Pedro volvió a negarlo, y enseguida cantó el gallo.
C. Desde la de casa de Caifás llevaron a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Pero ellos no entraron en el pretorio, para no contaminarse y poder así participar en la comida de Pascua. Pilato salió adonde estaban ellos, y les preguntó:
S. «¿Qué acusación traen contra este hombre?»
C. Ellos respondieron:
S. «Si no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos entregado».
C. Pilato les dijo:
S. «Tómenlo y júzguenlo ustedes mismos según la ley que tienen.»
C. Los judíos le dijeron:
S. «A no nos está permitido dar muerte a nadie.»
C. Así debía cumplirse lo que había dicho Jesús, cuando indicó cómo iba a morir.
Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»C. Jesús le respondió:
+. «¿Dices eso por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?»
C. Pilato replicó:
S. «¿Acaso soy yo judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?»
C. Jesús respondió:
+. «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí.»
C. Pilato le dijo:
S. «Entonces, ¿tú eres rey?»
C. Jesús respondió:
+ «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz.»
C. Pilato le preguntó:
S. «Y, ¿qué es la verdad?»
C. Al decir esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. «Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo. Y ya que ustedes tienen la costumbre de que ponga en libertad a alguien, en ocasión de la Pascua, ¿quieren que suelte al rey de los judíos?»
C. Ellos comenzaron a gritar, diciéndoles:
S. - «A él no, a Barrabás.»
C. Barrabás era un bandido.
C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo azotó. Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto púrpura, y acercándose, le decían:
S. «¡Salud, rey de los judíos!»
C. Y lo abofeteaban. Pilato volvió a salir y les dijo:
S. «Miren, lo traigo afuera, para que sepan que no encuentro en él ningún motivo de condena.»
C - Jesús salió llevando la corona de espinas y el manto púrpura. Pilato les dijo:
S. - «Aquí tienen al hombre.»
C. Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron:
S. «¡Crucifícalo, crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «Tómenlo, ustedes, y crucifíquenlo. Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo».
C. Los judíos respondieron:
S. «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley debe morir, porque él pretende ser Hijo de Dios.»
C. Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía. Volvió a entrar en el pretorio y preguntó a Jesús:
S. «¿De dónde eres tú?»
C. Pero Jesús no le respondió nada. Pilato le dijo:
S. «¿No quieres hablarme? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para crucificarte?»
C. Jesús le respondió:
+ «Tú no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si esta ocasión no la hubieras recibido de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti ha cometido un pecado más grave.»
C. Desde este momento Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaban:
S. «Si lo sueltas, no eres amigo del César. Porque el que se hace rey se opone al César.»
C. Al oír esto, Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado, en el lugar llamado «el Empedrado» (en hebreo Gábata).
Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos:
S. «Aquí tienen a su rey.»
C. Ellos vociferaban:
S. «¡Sácalo, sácalo! ¡Crucifícalo!»
C. Pilato les dijo:
S. «¿Voy a crucificar a su rey?»
C. Los sumos sacerdotes respondieron:
S. «No tenemos otro rey que el César.»
C. Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucificaran y ellos se lo llevaron.
C. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo “Gólgota”. Allí lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en el medio. Y Pilato redactó una inscripción que decía: «Jesús, el Nazareno, rey de los judíos.» y la colocó sobre la cruz.
Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad, y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego.
Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato:
S. «No escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Yo soy el rey de los judíos."»
C. Pilato respondió:
S. «Lo escrito, escrito está.»
C. Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza, arriba abajo, se dijeron entre sí:
S. «No la rasguemos. Vamos a sortearla para ver a ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura que dice: «Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica.» Esto fue lo que hicieron los soldados.
C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús, le dijo:
+. "Mujer, aquí tienes a tu hijo."
C. Luego, dijo al discípulo:
+ «Aquí tienes a tu madre.»
C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como suya.
C. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo:
+. "Tengo sed."
C. Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Después de beber el vinagre, dijo Jesús:
+. "Todo se ha cumplido."
C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
C. Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.
El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero, y él sabe que dice la verdad. Para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: "No le quebrarán ninguno de sus huesos»; y otro pasaje de la Escritura dice: «Verán al que ellos mismos traspasaron."
C. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente, por temor a los judíos, pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió y él fue a retirarlo. Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos.
Tomaron, entonces, el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla de perfumes, según la costumbre de sepultar que tenían los judíos.
En el lugar donde lo crucificaron había una huerta, y en ella una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Palabra del Señor.
R./: Gloria y honor a ti, Señor Jesús.
HOMILIA
ORACION UNIVERSAL
A cada oración se responde
Amén, A a a mén.
- ADORACIÓN DE LA CRUZ -
Presentación de la Cruz;
La cruz del Señor, aparece alto, en el monte. Se nos revela el crucificado. ¡Qué dolor tan grande! ¡Pero cuanto más grande es la salvación que pende de ella! Adoremos al signo de su Misericordia, de su amor vivido hasta el extremo.
CELEBRANTE: ¡He aquí el árbol de la Cruz!
Coro: Venid, oh cristianos, la Cruz adoremos,
La Cruz ensalcemos, de nuestro Señor.
Adoración de la Cruz
Cristo muerto en la Cruz, nuestra propia Cruz. En ella nos rescata a cada uno de nosotros. En la cruz se juega nuestra propia existencia y nuestro destino de salvación. Por eso hermanos, en la culminación de la pasión de Cristo que acabamos de evocar, dispongámonos ahora a exaltar y adorar la cruz como signo de los sufrimientos y del triunfo de Cristo, del amor salvador de Dios para con nosotros.
Recibamos ahora y adoremos la Cruz de Jesús. Cada vez que el Diácono nos diga:
“He aquí el madero de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo”,
Nosotros cantaremos “Oh Cristo, tú reinarás, oh Cruz tú nos salvarás”
La veneración individual de la Cruz la haremos al final.
CELEBRANTE
“He aquí el madero de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo”,
CORO: Oh Cristo, tú reinarás, Oh Cruz, tú nos salvarás
CELEBRANTE:
“He aquí el madero de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo”,
CORO: Oh Cristo, tú reinarás, Oh Cruz, tú nos salvarás
CELEBRANTE O DIÁCONO:
“He aquí el madero de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. Venid a adorarlo”,
CORO: Oh Cristo, tú reinarás, Oh Cruz, tú nos salvarás
El diácono elevará la cruz y nos la mostrará. Adorémosla de rodillas con profunda reverencia y amor
CANCIONERO ADORACIÓN A LA CRUZ
- Oración de confianza
No hay nada imposible para Dios
Nada hay fuera de su amor.
Todo puedo en aquel que me conforta,
Jesús, confío en ti.
No hay nada imposible para Dios,
Nada hay fuera de su amor
Todo puedo en aquel que me conforta
Jesús, confío en ti.
Yo creo en ti, duermo tranquilo,
Confiado, espero el día en que vendrás,
En ti, está la paz Señor,
En ti, mi alma puede descansar
No hay nada imposible para Dios
Nada hay fuera de su amor.
Todo puedo en aquel que me conforta,
Jesús, confío en ti.
Yo creo en ti, tú eres mi roca,
Refugio firme contra la tempestad.
En ti, está la paz Señor,
En ti, la noche brilla como el Sol.
No hay nada imposible para Dios
Nada hay fuera de su amor.
Todo puedo en aquel que me conforta,
Jesús, confío en ti.
Todo puedo en aquel que me conforta
Jesús confío en ti,
Jesús confío en ti.
- Padre me pongo en tus manos
Padre, me pongo en tus manos
Haz de mí lo que quieras
Sea lo que sea, te doy gracias
Estoy dispuesto a todo
Lo acepto todo
Con tal que tu voluntad
Se cumpla en mí
Y en todas tus criaturas
No deseo más
Padre
Te confió mi alma
Te la doy con todo mi amor
Del que soy capaz,
Porque te amo
Y necesito
Darme a ti
Ponerme en tus manos
Sin limitación, sin medida
Con una confianza infinita
Por qué tú eres mi Padre
Padre, me pongo en tus manos
Haz de mí lo que quieras.
- Si hoy escucháis su voz
//: Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón://
- Una vez más rezaré
Una vez más rezaré
De rodillas me pondré
De seguro una vez más el me perdone
Le diré que lucho en vano,
Que pequé pues soy humano
puede ser que una vez más él me perdone
Para un Dios que conoció la tentación
Del amigo la traición
Yo no dudo me perdone Dios amigo
Para un Dios que conoció la tentación
Del amigo la traición
Yo no dudo me perdone Dios amigo
- Hoy perdóname
Hoy perdóname, hoy por siempre,
sin mirar la mentira,
El vacío de nuestras vidas,
nuestra falta de amor y caridad.
Hoy perdóname, hoy por siempre,
aún sabiendo que he caído,
que de Ti siempre había huido,
hoy regreso arrepentido,
/ vuelvo a Ti, vuelvo a Ti. / (2)
- Nada te turbe
Nada te turbe
Nada te espante
Todo se pasa
Dios no se muda
La paciencia
Todo lo alcanza
Quien a Dios tiene
Nada le falta
Solo Dios basta
Nada te turbe
Nada te espante
Todo se pasa
Dios no se muda
La paciencia
Todo lo alcanza
Quien a Dios tiene
Nada le falta
Solo Dios basta.
- Oh pobreza
Oh pobreza, fuente de riqueza,
Señor, siémbranos alma de pobre.
- Si yo no tengo amor
Si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor.
Si yo no tengo amor
yo nada soy, Señor.
El amor es comprensivo,
el amor es servicial,
el amor no tiene envidia,
el amor no busca el mal.
El amor nunca se irrita,
el amor no es descortés,
el amor no es egoísta,
el amor nunca es doblez.
El amor disculpa todo,
el amor es caridad,
no se alegra de lo injusto,
sólo goza en la verdad.
El amor soporta todo,
el amor todo lo cree,
el amor todo lo espera,
el amor es siempre fiel.
Nuestra fe, nuestra esperanza,
junto a Dios terminarán;
el amor es algo eterno,
nunca, nunca pasará.
- Camino, verdad y vida
No se turbe vuestro corazón
Creed en Dios, creed también en Mi
Pues subo al cielo donde mi padre a prepararles un lugar allí
Y al final Yo volveré
Para llevarlos conmigo
Yo soy camino, vida y verdad,
Nadie va al Padre sino por Mí
Y los que coman de Mi carne
Tendrán vida, y Yo los resucitaré
Para que un día, junto a María,
Gocen del Cielo por una eternidad
Y al final Yo volveré
Para llevarlos conmigo
Yo soy camino, vida y verdad,
Nadie va al Padre sino por Mí
Yo soy camino, vida y verdad,
Nadie va al Padre sino por Mí.
- En nuestra oscuridad
//:En nuestra oscuridad, enciende la llama de tu amor Señor,
De tu amor Señor, en nuestra oscuridad, enciende la llama de tu amor, Señor de tu amor, Señor://
- En ti Señor reposa
//:En ti Señor reposa, todo mi ser,
He sido amado por ti,
Si solo en ti, se alumbra la esperanza,
En ti solo Señor://
- Es el Señor
El que anda sobre el agua el que multiplica el pan
El que calma con su voz la tempestad
Quien pide llenar mis jarras para dar vino a beber
El que rema en lo profundo de mí ser.
Es palabra que alimenta
Es la brisa que me alienta
Es la vida, es el camino, es la verdad
Es el Señor
Acaso no arde nuestro corazón
Es el Señor
El que me llama, El que me ama
Es el Señor.
El que no mira mis faltas sino mi fidelidad
El que hace roca en mi debilidad
Aquel que lo sabe todo pero vuelve a preguntar
El que hace fiesta al verme regresar.
Es el fuego que me quema
Es el gozo que me llena
Es la fuerza que yo no puedo explicar.
- Esto que soy
A veces me pregunto ¿por qué yo?,
y sólo me respondes porque quiero.
Es un misterio grande que nos llames,
así tal como somos a tu encuentro.
Entonces redescubro una verdad,
mi vida, nuestra vida es un tesoro.
Se trata entonces sólo de ofrecerte,
con todo nuestro amor, esto que somos.
¿QUÉ TE DARE, QUE TE DAREMOS?,
SI TODO, TODO ES TU REGALO.
TE OFRECERE, TE OFRECEREMOS,
ESTO QUE SOMOS... ESTO QUE SOY, ESO TE DOY.
Esto que soy, esto es lo que te doy,
esto que somos, es lo que te damos.
Tu no desprecias nuestra vida humilde,
se trata de poner todo en tus manos.
Aquí van mis trabajos y mi fe,
mis mates, mis bajones y mis sueños.
Y todas las personas que me diste,
desde mi corazón te las ofrezco.
Coro
Vi tanta gente un domingo de sol,
me conmovió el latir de tantas vidas.
Y adiviné tu abrazo gigantesco,
y sé que sus historias recibías
- No necesito Alas
No necesito alas para volar hasta Ti
No necesito fuego para sentir tu calor
No necesito dormir para poderte soñar
No necesito hablar para que escuches mi voz.
Estás dentro de mi
tú eres ese gozo del alma
el agua de mi jardín
que limpia todas mis fuentes.
Todos mis nombres, porque soy hombre
Porque soy pobre, porque eres Padre.
- Tal cómo eres
¿Tú Señor me lavarás los pies?
¿Comerás cerca de mi?
Yo no puedo dejarte.
No soy digno de ti.
No puedo amarte así.
No puedo amarte, con mi pobreza.
No puedo amarte así.
No puedo amarte así.
Si no dejas que te lave.
No podremos compartir.
Ven acerca tus manos.
Abre tu corazón.
Tal como eres, ven.
Tal como eres, atrévete a amarme.
Tal como eres, ven.
Tal como eres, ámame.
Tal como eres, ven.
Tal como eres, atrévete a amarme.
Tal como eres, ven.
Tal como eres, ámame.
- De noche iremos
//:De noche iremos, de noche,
Que, para encontrar la fuente,
Solo la sed nos alumbra,
Solo la sed nos alumbra://
- El Señor es mi fortaleza
//.El Señor es mi fortaleza,
El señor es mi canción,
Él nos da la salvación, en él confío y no temo más,
En él confío y no temo más://
- Las misericordias
//:Las misericordias del Señor, cada día cantaré://
- Amarte a ti Señor
Amarte a ti, Señor en todas las cosas y a todas en ti. En todo amar y servir
En todo amar y servir.
Tu amor me ha dado vida, tu amor me ha dado ser, De ti me viene todo y a ti debe volver.
Gustoso, pues, te ofrezco mi haber, mi poseer,
tu amor y gracia dame, demás no he menester.
Amarte a ti, Señor en todas las cosas y a todas en ti. En todo amar y servir
En todo amar y servir
Presente en las creaturas y activo en todo estás, en mí, como en un templo, te dignas habitar. De ti, bondad y gracia me llueven sin cesar:
mi oficio ya no es otro sino servir y amar.
Amarte a ti, Señor en todas las cosas y a todas en ti. En todo amar y servir
En todo amar y servir.
- No os preocupéis
No os preocupéis si tendrán para comer mañana. no
No os preocupéis si tendrán con qué vestir mañana. Pues
las aves del cielo no siembran ni cosechan
Y Dios, vuestro Padre, las cuida y alimenta.
Los lirios del campo no hilan ni se afanan
Y Dios, vuestro Padre, los viste como reyes.
No os preocupéis. Dios ya sabe lo que necesitas, Tú
confía en Él, no, nunca te abandonará Y
//:Todo lo demás añadido se dará
Si buscas su Reino, si buscas la Verdad://
No os preocupéis Hombres de poca fe.
21. Yo soy el camino
Yo soy la Luz del Mundo
No hay tinieblas junto a Mí.
Tendrán la luz de la vida
Por la palabra que les di.
Yo soy el Camino firme,
Yo soy la Vida y la Verdad.
Por mí llegarán al Padre
Y el Santo Espíritu tendrán.
Yo soy el Pan de Vida
Y con ustedes me quedé
Me entrego como alimento,
Soy el misterio de la fe.
Yo soy el Camino firme,
Yo soy la Vida y la Verdad.
Por mí llegarán al Padre
Y el Santo Espíritu tendrán.
Yo soy el Buen Pastor
Y por amor mi vida doy;
Yo quiero un solo rebaño,
Soy para todos Salvador.
Yo soy el Camino firme,
Yo soy la Vida y la Verdad.
Por mí llegarán al Padre
Y el Santo Espíritu tendrán.
- Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Y dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para con tus santos te alabe
Por los siglos de los siglos, Amén.
- El que muere por mi
Todo empezó en una cruz
Donde un hombre murió
y un Dios se entregó
Silenciosa la muerte llegó
Extinguiendo la luz
que en un grito se ahogó
Viendo su faz de dolor
Una madre lloró y su amigo calló
Pero siendo una entrega de amor
Su camino siguió y en algún otro lado
Una luz se encendió
Siendo hombre, amigo,
esclavo y maestro
Siendo carga pesada,
profesor y aprendiz
Entregó hasta su cuerpo
en el pan y la vid
Desde entonces lo he visto
caminar a mi lado
A ese Dios que se humilla
y muere por mí
Es la barca en mi playa,
el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo
y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo
y me abraza feliz
Viendo un humilde calvario
Con rostro cansado soporta la cruz
Y al verme rezando a sus pies
Se olvida de Él,
me toma en sus brazos
Y me acoge otra vez
Siendo fuego, paloma
El agua y el viento
Siendo niño inocente
Un padre y pastor
Hoy acepta mi ofrenda
Es mi vida señor.
- Tal cómo eres
- Esto que soy
- No os preocupéis
- Un mandamiento nuevo
El Señor Jesús, luego que cenó con sus discípulos, les lavo los pies y les dijo: Comprendéis lo que hice con vosotros, yo el Señor y Maestro un ejemplo os he dado para que también lo hagáis vosotros.
UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DIO EL SEÑOR
//:QUE NOS AMÁRAMOS TODOS
COMO ÉL NOS AMÓ://
El que nos ama sus hermanos, miente si a Dios dice que ama, donde existe amor fraterno Cristo está y está su Iglesia.
Amar es estar al lado del que es pobre y olvidado, no amemos de palabra sino de obra y verdad.
Cristo luz verdad y vida, al perdón y amor invita, perdonemos al hermano como Cristo a enseñado.
En Jesús somos hermanos si de veras perdonamos, al comer del mismo pan en unión siempre vivamos.
En la vida y en la muerte Dios nos ama para siempre, de la amor, fe y esperanza, el amor es lo más grande.
- Buen pastor
Bajando los montes me ves, pastor fiel;
conoces mis manos, conoces mis pies.
Cautivo en mis miedos, me pierdo de ti,
puerta siempre abierta de un solo redil.
Contigo a mi lado ya no temo más,
por verdes praderas me llevas a andar,
confío mi vida, enséñame a amar;
firme es tu cayado, camino de paz.
Dame tu alegría, Señor, toma mis temores,
guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
Cada vez que llamas te escucho, pastor:
"sigue mis pasos: justicia y amor".
Los cercos se abren, liberador.
Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos,
guía tú mi senda, buen pastor,
lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
- Por qué tú eres bueno
Porque tú eres bueno
Porque para siempre tu misericordia es
Cada mañana al despertar
Sé que en ti puedo confiar
Me sostienes por tu gran fidelidad.
Porque tú eres bueno
Porque tu justicia, justicia eterna es
Y en ella yo me deleitaré
En tu verdad caminaré
Por tu senda de justicia guíame.
Porque tú eres bueno
Porque para siempre tu misericordia es
Cada mañana al despertar
Sé que en ti puedo confiar
Me sostienes por tu gran fidelidad
Y cada mañana al despertar
Sé que en ti puedo confiar
Me sostienes por tu gran fidelidad
-
Sopla
Sopla Señor, te lo pido, quédate esta noche en mi alma,
pues solo tu amor y abrigo, me darán consuelo y calma...
sopla Señor, sopla No hay sugerencias con tu brisa,
y en tu Espíritu renovame, hazme libre en tu sonrisa.
A pesar de mis caídas, hazme fiel a tus promesas,
sopla Señor en mi vida, y arrancame esta tristeza...
Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla,
hazme fiel en mi pobreza, sopla.
Sopla Señor en mi oído, sopla fuerte, arranca el miedo,
pues sin ti me hallo perdido, sin tu luz me encuentro ciego.
Sopla Señor, haz de viento Y bautízame en tu Nombre,
llamame a servir, Maestro, hazme fiel entre los hombres.
Toma mi vida en tus manos, mis sueños, mi amor, mi todo,
mi cansancio, mis pecados, y moldeame a tu modo.
Sopla y bautizame en tu brisa, sopla,
renovame en tu sonrisa, sopla.
Sopla Señor tu caricia por sobre mis sentimientos,
que sea el ángel de tu Misa quien obre en todo momento.
sopla Señor y hazte canto, pon tu Palabra en mis manos,
en ellas tu Providencia y bendice a mis hermanos.
Quiero ser de tu árbol rama, fruto nuevo de tu cielo
que madure en tu Palabra como un ave a pleno vuelo.
Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla,
hazme fiel en mi pobreza, sopla y bautízame en tu brisa,
sopla, renovame en tu sonrisa, sopla.
- En mi Getsemaní
Para que mi amor no sea un sentimiento,
tan sólo un deslumbramiento pasajero,
para no gastar mis palabras más mías,
ni vaciar de contenido mi “te quiero”.
Quiero hundir más hondo mis raíces en Ti
y cimentar en solidez éste mi afecto,
pues mi corazón que es inquieto y es frágil
sólo acierta si se abraza a tu proyecto.
Más allá de mis miedos, más allá
de mi inseguridad
quiero darte mi respuesta.
Aquí estoy para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí,
hasta el final.
Dame a comprender, Señor, tu amor tan puro,
amor que persevera en cruz, amor perfecto.
Hazme serte fiel cuando todo es oscuro
para que mi amor sea más
que un sentimiento.
No es en las palabras ni en las promesas
donde la historia tiene su motor secreto;
sólo es el amor en la cruz madurado,
el amor que mueve todo el universo.
Más allá ...
- Nada
- En mi Getsemaní
- Jesús recuérdame
//:Jesús, recuérdame cuando llegues a tu reino,
Jesús, recuérdame cuando llegues a tu reino.//
- Me tocaste Jesús
Me tocaste Jesús y cerré mi puerta
y me hablaste Jesús,
con el Pan y el Vino y así
con tu sombra detrás que todo alumbró
Tu rostro sereno.
Con un trozo de ayer
yo te esperé en mi puerta,
con un montón de papel
que jamás se pudo leer
y casi sin mirar me alejé, Jesús,
sentí tu llamada.
Me sonrió dulce y me miró fijo
Yo soy tu amigo me dijo.
Le sonreí luego y lo sentí cerca
tienes un nuevo amigo.
Hoy he vuelto al lugar,
donde hay amor sincero;
no me quiero alejar,
por favor escucha, Jesús;
donde hay vida tu estás,
quiero ser de ti,
tu hermano, tu amigo.
- El vendrá y te salvará
Dile a quien sufre en su soledad:
no debes temer.
Pues el Señor, tu Dios poderoso,
cuando invoques su nombre,
Él te salvará.
Él vendrá y te salvará.
Él vendrá y te salvará.
Dile al cansado que Él pronto volverá.
Él vendrá y te salvará.
Él vendrá y te salvará,
Él vendrá y te salvará.
Alza tus ojos hoy, Él te levantará.
Él vendrá y te salvará.
Dile a quien tiene herido el corazón:
no pierdas la fe,
pues el Señor, tu Dios, con su gran amor,
cuando invoques su nombre,
Él te salvará.
Él vendrá y te salvará...
Es refugio en el peligro,
nuestro escudo en la tormenta,
fortaleza en el sufrimiento,
defensa en la guerra es. ¡Fuerte es!
Él vendrá y te salvará.
Él vendrá y te salvará.
Dile al cansado que Él pronto volverá.
Él vendrá y te salvará.
Él vendrá y te salvará,
Él vendrá y te salvará.
Alza tus ojos hoy, Él te levantará.
Él vendrá y te salvará. (BIS)
Alza tus ojos hoy, Él te levantará.
Él vendrá y te salvará.
- Me tocaste Jesús
- Pescador de hombres
Tú has venido a la orilla
no has buscado, ni a sabios ni a ricos
tan solo quieres que yo te siga
Señor, me has mirado a los ojos
sonriendo has dicho mi nombre
en la arena, he dejado mi barca
junto a ti buscaré otro mar
Tú, sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espadas
tan solo redes y mi trabajo
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse
amor que quiera seguir amando...
Tú pescador de otros lagos,
ansia eterna de hombres que esperan
amigo bueno que así me llamas...
- El que muere por mi
- Jesús estoy aquí
Jesús, estoy aquí
Jesús, que esperas de mí
Mis manos están vacías
Que puedo ofrecerte
Solo sé, que quiero ser diferente.
Jesús, estoy aquí
Jesús, que esperas de mí
Mis ojos temen al mirarte
Quisiera poder enfrentarte.
Amar, cómo tú amas
Sentir, cómo tú sientes
Mirar, a través de tus ojos
Jesús
Contigo mi camino es difícil me exige,
abrir un nuevo horizonte en la soledad de mi noche.
Jesús, no puedo abandonarte
Jesús, en mi penetraste
Me habitaste, triunfaste y hoy vives en mi.
Amar, cómo tú amas
Sentir, cómo tú sientes
Mirar, a través de tus ojos
Jesús
- Oración de confianza
- El que muere por mi
- Es el Señor
- Yo soy el camino
RITO DE COMUNIÓN
Dios nos permite ahora unirnos a su Hijo Jesús, comulgando su cuerpo sacrificado, para la salvación del mundo. Este rito no es una Misa, sino una comunión solemne con la muerte y resurrección de Cristo, en el día en que Él se entregó por nosotros.
El Señor tanto nos ama, que nos reserva su Cuerpo Sacramentado para consolar nuestra tristeza por su cruz y alentar nuestra esperanza en su resurrección. Mientras comulgamos, meditamos el canto...
Salmo 21. ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?
Padre me pongo en tus manos.
Padre me pongo en tus manos.
Haz de mi lo que quieras
Sea lo que sea, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo,
Con tal que tu voluntad se cumpla en mí
Y en todas tus criaturas.
No deseo más, Padre,
Te confío mi alma,
Te la doy con todo mi amor.
Del que soy capaz
Porque te amo y necesito
Darme a ti…
Ponerme en tus manos
Sin limitación, sin medida,
Con una confianza infinita,
Porque tú eres Mi
Padre Me pongo en tus manos.
Haz de mi lo que quieras
CELEBRANTE:
Dios todopoderoso y eterno, tú nos has redimido por la santa muerte y resurrección de Jesucristo; mantén viva en nosotros la obra de tu misericordia, para que, por la participación en este santo misterio, permanezcamos dedicados a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Te pedimos, Señor, que descienda una abundante bendición sobre tu Pueblo, que hoy ha recordado la muerte de tu Hijo, con la esperanza puesta en su resurrección. Llegue a él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe y asegúrale la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Juntos hemos celebrado la pasión y la muerte de Jesucristo. Ahora junto con la Iglesia entera, permaneceremos a la espera de su gloriosa resurrección.
A las 17:00 podremos hacer el Vía Crucis, que inicia su recorrido afuera del templo por calle Francisco Bulnes Correa y termina en este mismo lugar.