7 consejos para vivir las vacaciones cerca de Dios
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El tiempo de descanso y de ocio puede ser una excelente oportunidad para encontrarnos con Jesús y hacer crecer nuestra fe. Acá te dejamos algunas recomendaciones para vivir estos días cerca de Dios:
1. Vive el domingo: En vacaciones, el domingo sigue siendo el día del Señor. Ten un momento para encontrarte con Cristo y darle gracias por este descanso que te ofrece luego de tanto trabajo y fatiga.
2. Celebra la vida: Muchas veces descuidamos este don que Dios nos regala al momento de respirar. Intenta ver la botella medio llena y no medio vacía. La clave de vivir la vida es agradecer todo lo bueno que tenemos y no enfocarnos en todo lo que no logramos alcanzar.
3. Comparte con tu familia: Recibe el amor, la gratitud y todo el cariño que tus más cercanos te ofrecen. A menudo nos quejamos por no sentirnos queridos o amados, cuando la realidad es que a pocos metros de nosotros tenemos seres especiales que quieren compartir mucho amor y tiempo con nosotros.
4. No te centres en ti mismo, sé útil a los demás: Cuando ayudamos al prójimo le damos sentido a nuestra vida. Desde lo más simple podemos ayudar. Empieza orando por tus hermanos, la caridad no toma vacaciones.
5. Mete el Evangelio en tu maleta: Procura cada día leer un pequeño versículo que guíe tu jornada. Haz una lectura reposada, dedicándole unos minutos al día. Si queremos tener un corazón que entiende las dificultades del hermano, primero debemos formar un corazón capaz de escuchar. Medita la palabra de Dios que te habla al corazón.
6. No agobies tu mente con preocupaciones: Mientras estamos de vacaciones, nos encontramos constantemente tentados a preocuparnos en exceso por el futuro, lo que nos ocasiona ansiedad y fractura el momento de descanso que tenemos. Deja todo en las manos misericordiosas de Dios.
7. Demuestra que Dios es alegre: Como cristianos tenemos el deber y la obligación de mostrar la alegría del Evangelio. Necesitamos de gente optimista que lleve la Palabra de Dios. Si vivimos la gratitud en las cosas pequeñas, tenemos la oportunidad de ser agradecidos en las grandes.
Que este tiempo de vacaciones sea un momento propicio para encontrarnos con Dios y restaurar las fuerzas necesarias para nuestra jornada diaria.
Fuente: El Observador de la Actualidad.