Constructores de paz, sembradores de esperanza
Mensaje de los Obispos de Chile
rot. CECh Nº 158/23
Constructores de paz, sembradores de esperanza
“Les dejo la paz, mi paz les doy,
pero no como la da el mundo.
¡No se inquiete su corazón,
ni tengan miedo!” (Jn 14,27)
1. Los obispos y administradores diocesanos de la Conferencia Episcopal de Chile nos
hemos reunido del 17 al 21 de abril en la 127ª asamblea plenaria en La Florida,
Santiago, para reflexionar acerca de la marcha de la Iglesia en Chile en el contexto que
vivimos actualmente en nuestro país. Hace pocos días celebramos el misterio central
de nuestra fe; en la Vigilia Pascual de la noche del Sábado Santo, contemplamos y
celebramos la resurrección de Jesucristo. Esta celebración se transforma en la fuente
de nuestra esperanza: Cristo con su resurrección ha vencido a la violencia, el odio y la
muerte. Él nos trae y regala su paz.
2. Hemos querido analizar y reflexionar la grave crisis de seguridad que estamos viviendo
en Chile. Nos unimos al dolor y angustia de muchos habitantes de nuestro país, que
viven en la incertidumbre de la delincuencia que parece no escatimar sus expresiones
de violencia. Constatamos con dolor la muerte de civiles, carabineros y otros
servidores públicos a manos de delincuentes que sin trepidar no dudan en atentar
contra la vida de otras personas. Los niveles de violencia que hemos visto las últimas
semanas son desconocidos en nuestra sociedad, no sólo por su terrible agresividad
sino también porque aflora el crimen organizado, muchas veces asociado al
narcotráfico, que invade y copa el espacio público en diversas partes de nuestro
territorio, dañando especialmente a niños, jóvenes y familias que permanecen
atrapados en esta realidad. El narcotráfico está generando una narcocultura que, a su
vez, se constituye en un grave germen de corrupción en nuestra sociedad.
3. Creemos que los caminos para conseguir la paz los debemos construir entre todos,
con decisión y unidad, desde un abordaje integral. Rechazamos cualquier forma de
violencia para conseguir objetivos políticos, sociales o económicos. Sembramos
esperanza, recuperando la confianza en las instituciones y fortaleciendo el tejido social
desde nuestras comunidades cristianas. Indudablemente las autoridades de la nación
y quienes tienen mayor incidencia en la opinión pública, como los medios de
comunicación social, poseen un rol fundamental para conseguir la anhelada paz que
nos permita vivir en una sana amistad cívica.
4. Durante nuestra Asamblea hemos avanzado en el discernimiento y elaboración de las
nuevas orientaciones que iluminarán la conducción pastoral de las Iglesias locales en
Chile del año 2023 al 2026. Luego de un largo camino de escucha y discernimiento que
se inició en el año 2018, a raíz de la profunda crisis eclesial que hemos vivido, estas
orientaciones pastorales recogerán los frutos de este proceso que tuvo como
momento cumbre la IIIª asamblea eclesial nacional de octubre del año pasado. A partir
de lo anterior, hemos ido definiendo las siguientes orientaciones pastorales: renovar
nuestros procesos evangelizadores desde la centralidad de Jesucristo; generar
relaciones evangélicas con espíritu de sinodalidad en nuestra manera de ser Iglesia;
renovar nuestro compromiso de evangelizar la cultura y salir al encuentro de los
pobres y jóvenes; y promover una cultura del cuidado y buen trato, erradicando el
abuso en nuestras comunidades. Próximamente daremos a conocer en detalle estas
orientaciones con las correspondientes líneas de acción para cada una de ellas.
Esperamos que estas orientaciones pastorales nos impulsen a una renovación en
fidelidad al Evangelio de Jesucristo.
5. Por otra parte, el próximo domingo 7 de mayo tendremos la oportunidad de dar un
nuevo paso en el proceso constitucional que estamos viviendo como país, eligiendo
consejeros constitucionales, quienes, junto a un grupo de expertos, han de presentar
una nueva propuesta de Constitución Política de la Nación. Más allá de la
obligatoriedad del voto, creemos que es una gran responsabilidad concurrir a emitir
nuestro voto de manera informada para participar en un proceso tan relevante para
nuestro país.
6. En este tiempo Pascual que estamos viviendo, Cristo resucitado ilumina nuestro
camino en la historia; a Su Madre, la Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile,
encomendamos nuestro país para que alcance de su Hijo el don de la paz.