Así vivimos la Semana Santa 2023
Conversión y alegría, frutos de la Pascua
Por primera vez, vivimos las solemnes celebraciones del Triduo Pascual, en nuestro templo parroquial. Lo cual fue causa de profunda emoción en toda nuestra comunidad, que llevaba largo tiempo esperando este momento.
Alegría que brota de la Cruz del Señor, pues he ahí el instrumento escogido por Dios para nuestra redención. Y al contemplarla, especialmente en estos días, volvemos nuestros corazones hacia la fuente del más grande amor: El Corazón de Jesús.
De este modo, al atardecer del Jueves Santo nos dispusimos a vivir la Santa Misa de la Cena del Señor, marcada por el rito del lavado de pies, que nos recuerda precisamente el mandato de Dios, de amarnos los unos a los otros, y entregarnos al servicio del prójimo.
Luego de la misa, tuvimos un momento de Adoración Eucarística, para contemplar en la intimidad a Jesús y acompañarlo en esta noche, en que comienza su Pasión.
Por la mañana del Viernes Santo, un buen número de fieles se fue acercando a la parroquia para escuchar atentos las reflexiones dadas por nuestro párroco y el diácono José Miguel Carafi. Teniendo también la posibilidad de acudir al Sacramento de la Confesión.
Ya durante la tarde, nos congregamos para escuchar el relato de la Pasión de Nuestro Señor según San Juan y adorar la Santa Cruz.
Cruz gloriosa, que recorrió las calles de nuestro sector parroquial, con una multitud que en un profundo espíritu de oración acompañó siguiendo las huellas de Jesús, mediante el rezo del Via Crucis.
«El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Gál 2,20)