Así vivimos nuestra Asamblea zonal
Y profundizamos en la labor del padre Pedro como Vicario
Reunidos en la Iglesia de San Vicente Ferrer, en el Parque Los Dominicos, representantes de todas las parroquias de la zona Cordillera participaron con entusiasmo en la Asamblea de la Zona Cordillera el pasado sábado 1 de junio.
La jornada comenzó a las 09:00 hrs. con dinámicas acompañadas de cantos y alabanzas. Luego, hubo cuatro exposiciones.
1.— Tema: Jóvenes, familia, cultura y sociedad... ¿Cómo salir al encuentro?
Por Jorge Blake, sociólogo y profesor universitario en la Pontificia Universidad Católica y en la Universidad de los Andes.
2.— Tema: Familia
Por María José Zegers y Fernando Aldunate, coordinadores de la Parroquia Santa Teresa Los Andes, quienes mostraron las iniciativas que llevan adelante en comunidad.
3.— Tema: Hakuna
Javier De Castro presentó este movimiento e interpretaron algunas de sus canciones.
4.— Tema: Cultura y Sociedad: en qué creemos, qué pensamos y cómo vivimos
A cargo de Soraya Rojas, del Duoc UC.
Posteriormente, todos los presentes nos dividimos en grupos para dialogar y reflexionar, buscando dar respuesta a dos interrogantes: ¿qué sentimos frente a la Misión?, y ¿cuáles son los principales obstáculos?
A la cabeza de este encuentro estuvo en todo momento nuestro párroco y actual Vicario Episcopal para la Zona Cordillera, padre Pedro José Ríos Demster. Con él conversamos respecto a este nuevo encargo que asumió este año.
Padre Pedro, ¿en qué consiste su labor de Vicario?
La Arquidiócesis de Santiago está dividida en zonas territoriales, una de ellas es la Zona Cordillera. Mi misión es representar al Arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, en las 36 parroquias del sector.
Es ser la persona responsable, que transmite, ya sea a los sacerdotes o al Arzobispo, las inquietudes y situaciones, como también las directrices pastorales. Ser un nexo.
Consiste en guiar la vida pastoral, preocuparse de los sacerdotes, de los laicos. Ser escucha de lo que sucede y compartir estas vivencias con el Arzobispo.
Lo más importante es trabajar en fraternidad, en comunidad como Iglesia. Tener presente la sinodalidad, caminar juntos y sobre todo velar por el bienestar de los sacerdotes y que los laicos puedan sentir que la Iglesia los acompaña.
¿Qué sello le quisiera imprimir a su labor?
No es algo personal, lo que uno transmite es el sello de la Iglesia. Uno trabaja unido a nuestro Arzobispo y trata de comunicar lo que él quiere para la zona. Y también ir descubriendo las propias semblanzas de nuestras parroquias, cada una con su realidad. Llevo dos meses mirando, conociendo y escuchando, es anticipado definir un sello.
Lo importante es tener presente lo que ha dicho el Papa: la sinodalidad y estar siempre “en misión”, no encerrado.
Además, quisiera agradecer a la comunidad que me da la posibilidad de, en ocasiones, ausentarme de la parroquia y eso es porque cuento con laicos comprometidos que están siempre presentes.
¡Acompañemos con nuestra oración a nuestro párroco en esta nueva labor!