Conociendo a San Alberto Hurtado
Nuestro párroco reflexiona sobre su relevancia para nuestra parroquia
«Mi única obligación es andar por la senda que es Cristo... vivir, imitarlo, en otra palabra ser Cristo (...)», solía decir Alberto Hurtado, sacerdote jesuita que transcendió como una de las figuras más relevantes en la historia de la Iglesia chilena.
"Él es como el símbolo de la solidaridad", nos dice el Padre Pedro, "y qué mejor que nosotros podamos también ser agradecidos con que la Iglesia de Santiago nos lo haya regalado como nuestro Patrono: San Alberto Hurtado".
A él debemos tener como ejemplo, y nuestro párroco nos invita a contemplar lo importante de su figura como "hombre de familia, un hombre que supo también respetar los tiempos antes de entrar a la Compañía de Jesús, sobre todo para esperar que su madre pudiese estar bien económicamente. Un hombre que no deja a la familia botada.
Después un hombre decidido, que es capaz también de hacer la voluntad de Dios en la Compañía de Jesús".
También "estudioso, eso es un llamado a los jóvenes, es un hombre que desempeña muy bien su vida de estudiante, ya sea en el colegio como en la Universidad, no hace las cosas a medias, sin duda, una inspiración para los jóvenes de la parroquia".
“Respecto a la vida espiritual, un hombre que se deja tocar por San Ignacio de Loyola, 'el discernimiento'. Todo lo que va haciendo, todo lo que va realizando, siempre está pensando en qué es lo que haría Cristo en mi lugar."
“Y, sin duda, una de las cosas más relevantes del Padre Alberto Hurtado que también nos puede motivar a nosotros es su carisma por los más necesitados. Se deja tocar por la presencia de Jesús en los más pobres y, para nosotros, debe ser importante no solamente fijarnos en los que están a nuestro alrededor, sino que ir más allá: qué necesitan los demás, sobre todo materialmente hablando, pero además preocuparse de la dignidad de las personas, promover a las personas, la promoción humana que es tan importante en el Padre Alberto Hurtado. No solamente dar cosas, sino que cada persona tiene su dignidad, somos hijos de un mismo Padre".
Por tanto, el Padre Pedro concluye que “el Padre Alberto Hurtado nos inspira a cada uno de nosotros a poder tener ese amor de familia, cuidando, valorando lo que el Señor nos regala, la labor de estudiantes, la responsabilidad, buscar siempre lo máximo, no hacer las cosas a medias; dejarse llevar por la voluntad de Dios, hacer discernimiento y sobre todo un amor preferente por los más necesitados, por los que están al lado de uno, no mirarse a sí mismo. Pero sobre todo a los que están más allá: ayudarlos y colaborarles y promover la vida humana”.
En este espíritu celebremos su fiesta el próximo 18 de agosto en la Santa Misa de 19:30 hrs., procurando conocerlo aún más, vivir su espiritualidad y hacer de sus enseñanzas, luz y guía para el día a día.
«San Alberto Hurtado, ruega por nosotros»