
Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa
Recemos juntos como Iglesia
Un problema que atañe hoy en día a muchas comunidades de la Iglesia y por consiguiente a toda la sociedad, es la progresiva disminución de vocaciones.
Los sacerdotes son los mediadores entre Dios y los hombres, y los religiosos, aquel escudo que protege y santifican a una sociedad. Pero lamentablemente las nuevas generaciones parecen ignorar su importancia y ya ni siquiera consideran la idea de consagrarse plenamente a Dios, y mucho menos el abrazar la vida religiosa o sacerdotal.
En este mes de febrero, desde la Red Mundial de Oración del Papa, se nos invita a pedir por esta necesidad.
“Oremos para que la comunidad eclesial acoja los deseos y las dudas de los jóvenes que sienten la llamada a servir la misión de Cristo en la vida sacerdotal y religiosa”, dice el Papa Francisco.
Con esas palabras, el Santo Padre nos anima a acompañarlo, durante febrero, en esta intención.
¡Señor, danos santos sacerdotes y abundantes vocaciones religiosas!