Renovemos nuestra fe
Que cada día sea un encuentro con Jesús
Enero y febrero son meses en que la mayoría disfruta de un merecido descanso. Los niños y jóvenes se encuentran en vacaciones, muchas familias aprovechan para viajar, desconectarse de la rutina y recargar energías para el año que comienza.
En nuestra vida espiritual también debemos procurar “recargar fuerzas”, para que la llama de la fe no se apague, ni en nuestro interior ni en el de la familia.
Para esto es fundamental llevar una vida cristiana al interior del hogar, es decir, no solo limitarnos a asistir a Misa, sino vivir públicamente y con naturalidad la fe que profesamos.
Los padres de familia, cuya obligación es criar hijos para el cielo, deben aprovechar este tiempo de vacaciones para no desperdiciar ocasión de transmitir la fe a sus hijos. Para esto, tan solo basta con dar un buen ejemplo.
Compartimos contigo un listado de pequeñas acciones que recomendamos realizar a diario, para cumplir este objetivo:
- Frecuentar la Confesión y la Santa Misa
- Rezar el Rosario diariamente
- Estudiar el catecismo
- Ayunar y dar limosnas
- Portar algún objeto de piedad o sacramental (Escapulario, medallas, etc.)
- Ganar indulgencias y ofrecerlas por las almas de los familiares difuntos
- Leer la Biblia algunos minutos cada día
- Mantener agua bendita en casa, y hacer con ella la señal de la Santa Cruz.