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"Un gran aprendizaje y un gran desafío"

Formación para construir juntos ambientes sanos en nuestra comunidad

La mañana del sábado 9 de agosto, reunidos en la Capilla Nuestra Señora de la Esperanza, vivimos un momento de formación y convivencia en comunidad.

La psicóloga Patricia Catalán compartió junto a nosotros y expuso el Curso de Ambientes Sanos del arzobispado, con el fin de mejorar aún más los espacios y relaciones entre nuestros grupos pastorales y la comunidad en su conjunto.

“Nos queda un gran aprendizaje y al mismo tiempo un gran desafío de ser agentes de cambio y ejemplos del buen trato en todo nuestro ecosistema, partiendo por nuestras familias y entorno. Nuestro llamado es poner ‘manos a la obra’ inspirados por la gracia de nuestro Señor y empezar a ser como Él, ejemplos vivos, proactivos y cercanos del Buen Trato”, señaló Ricardo Cornejo, integrante de nuestras pastorales, quien agradeció enormemente la posibilidad de participar en este taller.

“Muchas gracias a los organizadores y especialmente a Patricia, quien nos mostró lo importante que es en la vida en comunidad el buen trato, tanto con nosotros mismos como hacia los demás”, indicó.

Respecto al contenido del taller, Carolina Ríos, otra de las participantes, destacó entre lo aprendido lo primordial de “reconocer al otro como ‘un legítimo otro’. Valorar sus talentos, reconocer explícitamente los logros y tomar los errores como oportunidades de aprendizaje. Las diferencias con otras personas siempre nos enriquecen y el respeto nos une”. Y agrega, “la actitud con la que tomamos la vida lo cambia todo, es muy distinto ver el vaso medio lleno que verlo medio vacío”.

Manifestándose muy feliz con la charla, Carolina también señaló lo importante de ser conscientes que “muchas veces depende de nosotros el propagar y propiciar un ambiente sano, ser realmente agentes activos y estar atentos para prevenir el abuso de poder, de conciencia, lo que finalmente podría derivar en un abuso sexual”.

Agradecemos a todos los que participaron de este espacio de formación y aprendizaje, y de modo especial a Patricia Catalán, que nos volvió a acompañar para brindarnos todos sus conocimientos en la materia y seguir fortaleciendo nuestra comunidad, próximos a cumplir un nuevo año de vida parroquial.