Y a ti, ¿Qué sentimientos te evocan las nuevas imágenes del templo?
Hablamos con el diseñador tras estas esculturas
El pasado 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos, en la Misa de 19:30 hrs. se realizó la bendición de las imágenes de Jesús Crucificado, la Virgen María y San José que se habían instalado en el presbiterio días antes.
Fue un momento sencillo pero cargado de emotividad, que quedará en la historia de la comunidad. Ante estas imágenes rezamos a diario y contemplarlas nos evocan hacia lo divino.
Para conocer su mirada respecto a las obras, conversamos con el diseñador Osvaldo Fuenzalida, quien colaboró con los artistas escultores Vicente Stephens, Ángel Andraca, Carlos González y Sebastián Lioi.
“Se buscó que las imágenes no solo fuesen bellas, sino que además transmitiesen paz y fomentasen la piedad”, precisa Osvaldo. “Sentirse amado por Dios en Cristo, la Virgen y San José. Eso lo transmite la postura o el gesto del cuerpo, la mirada y la actitud, si el artista es capaz de lograrlo”, agrega.
Respecto a la imagen de Cristo, él destaca su serenidad, pues refleja “la paz de haber realizado lo que tenía que hacer por amor”.
En cuanto a María, Osvaldo nos señala que también posee “un rostro y un gesto sereno y dulce, de Madre. Este se traduce en su clara postura de oración, su unión íntima con Dios y en su mirada, su interés por quienes somos sus hijos”.
Por último, San José destaca por su “concentración y la paz de quien puede relacionarse con Dios a través del hacer su voluntad”. Haciendo hincapié en las circunstancias difíciles que debió vivir como padre putativo (hijo no esperado, persecuciones, ser un inmigrante en tierras desconocidas, etc.). Modelo de varón que Osvaldo siente necesario “para quien tiene que responsablemente cuidar de su familia”.
“En mí, los tres provocan esos sentimientos y emociones. Espero sea también así en todos quienes las contemplen y se encomienden a ellos”, concluye Osvaldo Fuenzalida, diseñador que trabajó en la elaboración de estas 3 bellas imágenes de 2 metros de alto, que fueron confeccionadas en madera de roble americano especialmente para nuestra parroquia.
¡Jesús! ¡María! ¡José!