Retorno de vacaciones con Dios
Consejos para regresar a la rutina
Llega marzo, y con él, damos por finalizado el periodo de vacaciones. Comenzando así, el regreso a nuestras ocupaciones cotidianas e iniciando nuevas etapas.
El periodo estival resulta propicio para "recargar energías" de cara a este nuevo año, pero no solo en lo corporal. El tiempo de ocio y descanso, también lo hemos podido usar en nuestro crecimiento espiritual.
Para que las responsabilidades y quehaceres que vienen de ahora en adelante no nos agobien, y hagan retroceder todo lo ganado. Traemos para ti, este desafío:
En este retorno de vacaciones, ¡Qué Dios permanezca con nosotros!
Mantengamos siempre presente a Nuestro Señor en nuestras vidas y junto a él, afrontemos los retos de este año.
1.- Utiliza una agenda
La organización es fundamental.
Piensa cuál es el mejor momento del día para estar a solas con Jesús. Si ya lo identificaste, agéndalo.
Haz una lista con todas tus actividades, y organízalas por prioridades.
Dios se merece el mejor momento del día. Decídete a dárselo. Toma esto también como una invitación de Dios a ser más planificado.
2.- Busca un lugar adecuado
Piensa en un lugar que te ayude a conectar con Él. Puede ser tu habitación, una capilla o algún otro lado donde te sientas a gusto para ser tú mismo. Este lugar será un refugio donde podrás ser transparente con Dios y sentirte en total confianza.
3.- Lee su Palabra
No olvides de tener siempre a mano una Biblia, y leerla en actitud orante. Su palabra tiene poder de sanarte, restaurarte, liberarte y transformarte. «La palabra de Dios es viva y eficaz» (Hebreos 4,12).
Compartimos contigo, 14 versículos de la Biblia que te brindarán esperanza y consuelo en momentos de aflicción. (Haz clic para ver)
4.- Aprende a escuchar
Una pregunta que nunca nos debería faltar: ¿Tú qué quieres decirme, Señor?, o ¿Qué quieres hacer Tú, Señor?
Abre tus oídos y tu corazón. Jesús dijo: «El que me ama guardará mis palabras» (Juan 14,23).
Te recomendamos tener un "diario de oración", donde puedas atesorar lo que Él te va mostrando, y también aquellos sueños que vas construyendo en su presencia.
Escribiendo, dibujando, como más lo prefieras. Te animamos a usar tu creatividad, decóralo, incluye en él tus oraciones favoritas, súmale imágenes religiosas y más.
Recuerda una relación sin creatividad, se marchita fácilmente.
¡No dejemos que la rutina nos aparte de Dios!
Fuente: Catholic-Link