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vigilia pascual

VIGILIA PASCUAL

Homilía de la Vigilia Pascual (31 de marzo de 2018)

Buenas noches Hermanas y Hermanos:

Según una antiquísima tradición, esta es una noche de vigilia en honor del Señor, y la ceremonia que en ella se celebra para conmemorar la Noche Santa de la Resurrección del Señor. En ella, la Iglesia, velando, espera la resurrección del Señor y la celebra con gran solemnidad.

En esta oportunidad, por motivos de seguridad, no podremos encender nuestras velas en el interior del Templo y lo haremos al término de nuestra celebración. De todas maneras, los invitamos a que enciendan en sus teléfonos la vela que han descargado.

(Aquí pueden encontrar las app según tipo de sistema operativo tengan)

En silencio y con nuestro corazón unido al de Jesús, dispongámonos a iniciar nuestra celebration

 

BENDICION DEL FUEGO

El sacerdote bendecirá el fuego y pedirá a Dios que la luz de Cristo se encienda en nosotros. Unámonos a su oración ya que el fuego y el cirio pascual, símbolos del resucitado y de la luz que ilumina a la humanidad, nos acompañarán en esta vigilia.

Oremos. 

Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica este fuego nuevo y concédenos que, por esta celebración pascual, seamos de tal manera inflamados con los deseos celestiales, que podamos llegar con un corazón puro a la fiesta de la luz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Se inicia las grabaciones en el Cirio

 

  1. CRISTO AYER Y HOY            (Hace un trazo vertical)
  2. PRINCIPIO Y FIN                  (hace un trazo horizontal)
  3. ALFA                                         (Graba la letra A arriba)
  4. Y OMEGA                                (Graba la letra O abajo)
  5. A ÉL PERTENECEN EL TIEMPO (Graba el N° 2)
  6. Y LA ETERNIDAD                 (Graba el N° 0)
  7. A ÉL LA GLORIA Y EL PODER     (Graba el N° 2)
  8. POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, (Graba el N° 3)

Coloca los granos de incienso en la Cruz de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha mientras dice:

  1. POR SUS LLAGAS SANTAS
  2. Y GLORIOSAS
  3. NOS PROTEJA
  4. Y NOS GUARDE
  5. JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR, AMEN

 Canto: Bendición del fuego:

En nuestra oscuridad,

enciende la  llama

de tu amor, Señor

de tu amor, Señor.

En nuestra oscuridad,

enciende  llama  de tu amor, Señor,

de tu amor ,  Señor.

ENCENDIDO DEL CIRIO PASCUAL

El sacerdote encenderá del fuego nuevo el cirio pascual que presidirá todas nuestras celebraciones, junto al anuncio de la luz nueva, e ingresará en procesión hacia el templo.

 PROCESIÓN

 Primera elevación del Cirio, canta:

 Diácono:        LUZ DE CRISTO

Coro:                  Demos gracias a Dios

 Segunda elevación del Cirio, canta:

 Diácono:        LUZ DE CRISTO

Coro:                  Demos gracias a Dios

 Hermanos, los invitamos a encender en este momento las velas en los celulares.

Tercera elevación del Cirio, canta:

 Diácono:        LUZ DE CRISTO

Coro:                  Demos gracias a Dios

 Coro:       Esta es la Luz de Cristo

                     Yo la haré brillar.

                     Brillará, brillará

En la penumbra, la Iglesia se ve iluminada por la luz que procede de Cristo resucitado representado por el cirio pascual.

La Iglesia canta y proclama hoy el Pregón Pascual, que es un mensaje de fe y gozo, ya que en él se narran las maravillas que Dios hace a su pueblo.

Escuchemos de pie el anuncio del pregón pascual.

 Coro:  PREGON PASCUAL

Exulten por fin los coros de los ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de Rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.

 Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero.

 Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.

 +:     El Señor esté con ustedes.

R:     Y con tu espíritu.

 +:     Levantemos el corazón.

R:     Lo tenemos levantado hacia el Señor.

 +:     Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

R:     Es justo y necesario.

 En verdad es justo y necesario / aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

 Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su sangre,
canceló el recibo del antiguo pecado.

 Porque éstas son las fiestas de Pascua,
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra las puertas de los fieles.

 Esta es la noche en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar a pie por el mar Rojo.

 Ésta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.

 Ésta es la noche / en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo

son arrancados de los vicios del mundo / y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia / y son agregados a los santos.

 Ésta es la noche / en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?

 ¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!

Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

 ¡Qué noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos.

 Ésta es la noche / de la que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mí gozo.»

 Y así, esta noche santa / ahuyenta los pecados,

lava las culpas, / devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes, / expulsa el odio,
trae la concordia, / doblega a los poderosos.

 En esta noche de gracia, acepta, Padre santo,
este sacrificio vespertino de alabanza
que la santa Iglesia te ofrece por medio de sus ministros
en la solemne ofrenda de este cirio, hecho con cera de abejas.

 Sabernos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla,
porque se alimenta de esta cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda / para hacer esta lámpara preciosa.

 ¡Que noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino!

 Te rogarnos, Señor, que este cirio, consagrado a tu nombre,
arda sin apagarse / para destruir la oscuridad de esta noche,
y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal / lo encuentre ardiendo,
ese lucero que no conoce ocaso / y es Cristo, tu Hijo resucitado,
que, al salir del sepulcro, / brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina glorioso / por los siglos de los siglos.

R: Amén.

Primera lectura del libro del Génesis.

Al principio, cuando Dios creó todas las cosas dijo:

«Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo.»

Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, y los creó varón y mujer,

Y los bendijo diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo, y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra. »

Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan fruto con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde.»

Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vió que era muy bueno.

Palabra de Dios.

 

 

Coro: Salmo.- Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

 Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!

Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz.

Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás!

El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas.

Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.

Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras. Haces brotar la hierba para el ganado y las plantas que el hombre cultiva.

Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! ¡Bendice al Señor, alma mía!

Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.

CELEBRANTE: Oremos

Dios todopoderoso y eterno, tú eres admirable en todas tus obras; te pedimos que quienes hemos sido redimidos por ti, comprendamos que la creación del mundo, en el comienzo de los siglos, no es obra de mayor grandeza que el sacrificio pascual de Cristo, realizado en la plenitud de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor.  

Segunda Lectura del libro del Éxodo.

El Señor dijo a Moisés: «Ordena a los israelitas que reanuden la marcha. Y tú, con el bastón en alto, extiende tu mano sobre el mar y divídelo en dos, para que puedan cruzarlo a pie. Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar detrás de los israelitas. Así me cubriré de gloria a expensas del Faraón y de su ejército, de sus carros y de sus guerreros. Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros».

 El Ángel de Dios, que avanzaba al frente del campamento de Israel, retrocedió hasta colocarse detrás de ellos; y la columna de nube se desplazó también de adelante hacia atrás, interponiéndose entre el campamento egipcio y el de Israel. La nube era tenebrosa para unos, mientras que para los otros iluminaba la noche, de manera que en toda la noche no pudieron acercarse los unos a los otros.

 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el mar con un fuerte viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar en tierra seca. Las aguas se abrieron,

 y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda.

 Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus guerreros, entraron detrás de ellos en medio del mar. Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos. Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra, haciendo que avanzaran con dificultad. 

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Los egipcios exclamaron: «Huyamos de Israel, porque el Señor combate en favor de ellos contra Egipto». El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios, sus carros y sus guerreros». Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. Los egipcios ya habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, y el Señor los hundió en el mar. Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó.

Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los cadáveres de los egipcios que yacían a la orilla del mar, y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto. El pueblo temió al Señor, y creyó en él y en Moisés, su servidor.

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Palabra de Dios.

 

CORO: SALMO 

Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.

 Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria:

Él hundió en el mar los caballos y los carros.

El Señor es mi fuerza y mi protección, Él me salvó.

Él es mi Dios y yo lo glorifico,

es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.

Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.

 El Señor es un guerrero, su nombre es «Señor».

Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército,

lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo.

Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.

 El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en

lo profundo del mar.

Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza,

tu mano, Señor, aniquila al enemigo.

Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.

Tú llevas a tu pueblo,

y lo plantas en la montaña de tu herencia,

en el lugar que preparaste para tu morada,

en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos.

¡El Señor reina eternamente!

Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.

 CELEBRANTE: Oremos

Dios nuestro, cuyas maravillas vemos brillar también en nuestros días, porque lo que hiciste en favor de tu pueblo elegido librándolo de la persecución del Faraón, lo realizas por medio del agua del bautismo para la salvación de las naciones; te pedimos que todos los hombres del mundo se conviertan en verdaderos hijos de Abraham y se muestren dignos de la promesa de Israel. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Tercera lectura tomada del libro de Ezequiel 

 La palabra de el Señor me llegó en estos términos:

Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio suelo, lo contaminó con su conducta y sus acciones. Entonces derramé mi furor sobre ellos, por la sangre que habían derramado sobre el país y por los ídolos con que lo habían contaminado.

Los dispersé entre las naciones y ellos se diseminaron por los países. Los juzgué según su conducta y sus acciones. Y al llegar a las naciones adonde habían ido, profanaron mi santo Nombre, haciendo que se dijera de ellos: “Son el pueblo de el Señor, pero han tenido que salir de su país”.

Entonces yo tuve compasión de mi santo Nombre, que el pueblo de Israel profanaba entre las naciones adonde había ido.

Por eso, di al pueblo de Israel: “Así habla el Señor: Yo no obro por consideración a ustedes, casa de Israel, sino por el honor de mi santo Nombre, que ustedes han profanado entre las naciones adonde han ido. Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que Yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando manifieste mi santidad a la vista de ellas, por medio de ustedes.

El Cielo Se Abre Y Las Nubes Se Apartan... - El Rincón De Rovica

Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos.

Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.

           

Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Ustedes habitarán en la tierra que Yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y Yo seré su Dios”.

Palabra de Dios.

 Coro: Salmo. - Antífona: Mi alma tiene sed de Dios

 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente:

¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?

Mi alma tiene sed de Dios

 ¡Cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta!

 Mi alma tiene sed de Dios

 Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas.

 Mi alma tiene sed de Dios

 Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida;

y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío.

Mi alma tiene sed de Dios

CELEBRANTEOremos.

Dios de poder inmutable, cuyo resplandor no conoce el ocaso, mira con bondad a tu Iglesia, signo de tu presencia entre nosotros; prosigue serenamente la obra de la salvación humana según tu proyecto eterno, y haz que todos los hombres experimenten y vean cómo lo abatido por el pecado se restablece, lo viejo se renueva, y la creación se restaura plenamente por Cristo, de quien todo procede. Que vive y reina por los siglos de los siglos. 

CELEBRANTE¡GLORIA A DIOS EN EL CIELO!

Al despuntar este nuevo día, solemnidad de la pascua, cantemos, el himno de alabanza y nuestra súplica

 

CORO  CANTO DEL GLORIA

Gloria a Dios en el cielo

Y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor

Por tu inmensa gloria te alabamos

Te bendecimos te adoramos

Te glorificamos te damos gracias

Señor Dios rey celestial

Dios Padre todo poderoso

Señor hijo único Jesucristo

Señor Dios cordero de Dios

Hijo del Paaaaaaaadre

Tú que quitas el pecado del mundo

ten piedad de nosotros

Tú que quitas el pecado del mundo

Atiende nuestra suplica

Tú que estas sentado a la derecha del Padre

Ten piedad de nosotros

Porque solo tu eres santo

Solo tu Señor Solo tu altísimo Jesucristo

Con el espíritu Santo

En la Gloria de Dios Padre

Amen    Aaa   me

CELEBRANTE: Oremos

Oh Dios que iluminas esta noche santa con la gloria de la Resurreccion del Señor, reaviva en tu iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio.  Por nuestro señor Jesucristo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.

Hermanos: ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que, así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos identificaremos con él en la resurrección. Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Él, para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado. Porque el que está muerto, no debe nada al pecado. Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre Él. Al morir, Él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

CORO:  SALMO 117

 Antífona: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!

 ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterna su misericordia!

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

 La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

 Coro antes del Evangelio: Aleluya Gregoriano.

/:Ale, luya, Ale luya, Aleluya.:/

Todos los ángeles alcen su voz

Alaben juntos al liberador.

Cristo Jesús Resucito.

Aleluya.

/:Ale, luya, Ale luya, Aleluya.:/

EVANGELIO  

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 28,1-10

 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro.

 De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.

 El Ángel dijo a las mujeres: “No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.

 No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba y vayan en seguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán”. Esto es lo que tenía que decirles”.

Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a dar la noticia a los discípulos.

De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: “Alégrense”. Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. Y Jesús les dijo: “No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán”.

 Palabra del Señor.

 

Coro post Evangelio: Gloria y honor

Esta es la Palabra de Dios.

Gloria y honor a ti Señor Jesús.(2)

HOMILÍA: .....

LITURGIA BAUTISMAL

Nosotros fuimos un día bautizados. Hoy es el día indicado para recordarlo y para renovar las promesas de nuestro bautismo.  

 CELEBRANTE:

 Invoquemos, queridos hermanos, a Dios todopoderoso, y pidámosle que con su poder santifique esta agua, para que cuantos en ella renazcan por el bautismo sean incorporados a Cristo y contados entre los hijos de adopción.

 La liturgia bautismal tiene como preludio el canto de la letanía de los santos. Imploremos la intercesión de la comunidad de los santos, para que un día merezcamos compartir, en su compañía, la vida eterna y cantar las alabanzas del Señor.

En este momento solemne les invito a acompañar a nuestro pastor con su canto.

 

LETANIAS.- 

RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES.-

Coro: Fruto nuevo de tu cielo (Sopla)
 Sopla Señor, te lo pido,

quédate esta noche en mi alma

pues solo tu amor y abrigo

me darán consuelo y calma...

sopla Señor, sopla fuerte,

envolveme con tu brisa, y en tu Espíritu

renovame, hazme libre en tu sonrisa.

A pesar de mis caídas,

hazme fiel a tus promesas,

sopla Señor en mi vida, 

y arrancame esta tristeza... 

Sopla, sopla Señor tu grandeza,

sopla, hazme fiel en mi pobreza, sopla. 

Sopla Señor en mi oído,

sopla fuerte, arranca el miedo,

pues sin ti me hallo perdido,s

in tu luz me encuentro ciego.

Sopla Señor, haz de viento

Y bautízame en tu Nombre,

llamame a servir, Maestro,

hazme fiel entre los hombres.

Toma mi vida en tus manos,

mis sueños, mi amor, mi todo,

mi cansancio, mis pecados,

y moldeame a tu modo. 

Sopla y bautizame en tu brisa,

sopla,renovame en tu sonrisa, sopla. 

Sopla Señor tu caricia

Por sobre mis sentimientos,

que sea el ángel de tu Misa

quien obre en todo momento.

sopla Señor y hazte canto,

pon tu Palabra en mis manos,

en ellas tu Providencia

y bendice a mis hermanos.

Quiero ser de tu árbol rama,

fruto nuevo de tu cielo

que madure en tu Palabra

como un ave a pleno vuelo.

 Sopla, sopla Señor tu grandeza, sopla,     

hazme fiel en mi pobreza, sopla.

y bautizame en tu brisa, sopla,

RENOVAME EN TU SONRISA SOPLA

ORACIÓN UNIVERSAL.-

 

LITURGIA EUCARÍSTICA

Coro.- OFERTORIO: TE PRESENTAMOS LA VIDA SEÑOR

      Te presentamos la vida, Señor,

      vida del pueblo, de fiesta y dolor:

      campo y desierto, vida y silencio,

      te presentamos, Señor, __

      campo y desierto, vida y silencio,

      te presentamos, Señor.

       

      Te presentamos la vida, Señor,

      el pan y el vino en tu mesa estarán:

      pan compartido, vino de fiesta,

      tu Cuerpo y Sangre serán, __

      pan compartido, vino de fiesta,

      tu Cuerpo y Sangre serán.

      Te presentamos la vida, Señor,

      vida del pueblo, de fiesta y dolor:

      campo y desierto, vida y silencio,

      te presentamos, Señor, __

      campo y desierto, vida y silencio,

      te presentamos, Señor.

      te presentamos, Señor.

      te presentamos, Señor.

      Canto del Santo generoso

      Santo, santo, santo,

      el señor dios del universo,

      el cielo y la tierra

      están llenos de tu gloria.

      hosanna, hosanna,

      hosanna en lo alto del cielo. (bis).

      Bendito el que viene

      en el nombre del señor,

      hosanna, hosanna,

      hosanna en lo alto del cielo. (bis)

       Hosanna, Hosanna

      Hosanna en lo alto del cielo

      Coro: CORDERO DE DIOS

      Cordero de Dios, cordero de Dios,

      Tú que quitas el pecado del mundo,

      ten piedad de nosotros. (bis).

      Cordero de Dios, cordero de Dios,

      Tú que quitas el pecado del mundo,

      danos la paz.

      RITO DE LA COMUNIÓN

       Resucitó.

      RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ, ALELUYA 

      ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA RESUCITÓ 

      La muerte, dónde está la muerte?                 

      dónde está mi muerte?             

      donde su victoria? (estribillo)

      ¡Gracias sean dadas al Padre que nos pasó a su reino donde se vive de amor!! (estribillo)

      Alegría, alegría hermanos que si hoy nos queremos

      es porque resucitó (estribillo)

      ¡¡Si con Él morimos, con Él vivimos,

      con Él cantamos:  ¡¡aleluya!!

      ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, RESUCITÓ

      RESUCITÓ, RESUCITÓ, RESUCITÓ,  ALELUYA

      EL REINO DE LA VIDA

      Hemos celebrado ya la cena

      Hemos compartido la esperanza

      Vamos a la vida en la confianza

      Que el amor redime nuestras penas.

      CORO: Vamos a anunciar esta alegría,

      Que Jesús sanó nuestras heridas

      Vamos a entregar el pan a todos,

      Vamos trabajemos codo a codo

      Que ha llegado el reino de la vida.

      Cristo con nosotros cada día

      Juntos en trabajos y descanso

      Surge de esta mesa y este canto

      Libre nuestra suerte compartida

       CORO

      Esta acción de gracias se reparte

      Con nosotros a todos lo hombres

      Nos convoca a favor de los pobres

      Alimenta a los que sufren hambre.

       

      Estás dentro de Mí.

       No necesito alas para volar hasta Ti

      No necesito fuego para sentir tu calor

      No necesito dormir para poderte soñar

      No necesito hablar para que escuches mi voz.

      Estás dentro de mi tú eres ese gozo del alma

      el agua de mi jardín que limpia todas mis fuentes.

      Todos mis nombres, porque soy hombre

      Porque soy pobre, porque eres Padre.

      Hoy el Señor Resucito 

      HOY EL SEÑOR, RESUCITÓ,
      Y DE LA MUERTE NOS SALVÓ.

      ALEGRÍA Y PAZ, HERMANOS,

      QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
       
      Porque esperó, Dios le libró,
      y de la muerte lo sacó. Alegría…
       
      El pueblo en Él, vida encontró,
      la esclavitud ya terminó. Alegría…
       
      La luz de Dios, en Él brilló,
      la nueva vida nos llenó. Alegría…
       
      Con gozo alzad, el rostro a Dios,
      que de Él nos llega salvación. Alegría…
       
      Todos cantad: Aleluya,
      todos gritad: Aleluya. Alegría -